miércoles, 13 de febrero de 2013

Amor X Sophía

 

Llega el día de los enamorados, día pasteloso y consumista, también es verdad que en algún momento hemos entrado al trapo y nos ha parecido sublime.

Este año, es decir este 14 de febrero de 2013, pretendo hacer una declaración pública de amor, evidentemente el rubor es uno de los requisitos fundamentales en estos casos. Lo de arrodillarme, me parece excesivo y poco original, además sonaría a rastrero, y es lo que menos pretendo. Mi declaración, se dirige a una mujer sin igual, que a lo largo del tiempo ha recibido distintos nombres, Sophia, Minerva, Sabiduría.  Nos sentimos atraídos por ella, llena nuestra ignorancia, da sentido a nuestras palabras, nos hace despiertos, críticos, … Hasta ahora, esa atracción ineludible, que evidentemente no ha tenido sexo (aunque sean los seres humanos masculinos los que más hayan destacado en esa labor), se ha convertido en nuestro país en una atracción perniciosa. De ahí el curioso lema de la RED ESPAÑOLA DE FILOSOFÍA (REF), ¿quién teme a la filosofía?.


Nuestra señora Sophía, debe ser tan temible como las huestes vikingas, pero bastante más sutíl, han debido de pensar nuestros políticos, que ni siquiera en esto han sido originales. Ya los inventores de la democracia, allá por el siglo V antes de Cristo, también lo hicieron, y rodaron cabezas, pero con ello no consiguieron sino que la atracción se convirtiera en una pasión desenfrenada. Los instigadores no pudieron con esta pasión, pero cada vez que han podido a lo largo de la historia han intentado enfriarla.

A pocas horas de mi declaración de amor incondicional, la situación ha cambiado radicalmente. Pensar, está mal visto,(¡mira el listillo!, ¡sabelotodo!), preguntar no se lleva, destacar porque algo se sabe, provoca risa y desprecio. Hemos conseguido, fundir esta pasión, helar sus entrañas, generando una envidia pecaminosa. Si no puede ser mía, tampoco será de nadie. Nosotros los enamorados de ella, la hemos compartido siempre, y esa comunidad ha generado más amor hacia ella. Sin embargo poco a poco hemos caído en la trampa de la indiferencia, los celos, y ese amor sereno que sentimos tras el brutal enamoramiento, se ha evaporado. Nos sentimos avergonzados por su atracción, y nos hemos encontrado avergonzándonos de cualquier relación anterior con ella.

Esta situación, no ha pasado desapercibida, y algunos han considerado la ocasión propicia para fulminar a nuestra Sophía. ¿Cómo?
  • Establecemos un estratégico plan educativo, y premiamos a los que no la quieren, aquellos que se lo tragan todo, que no piensan, que sólo valoran el poder repetitivo de las cacatúas.
  • Creamos entre nuestro círculo (los amantes de Sophía, ahora desencantados de Sophía), una desconfianza ante aquellos que siguen declarando públicamente su amor.
  • Para erradicar cualquier atisbo de nuestro afecto, hagamos que desaparezca de nuestra memoria. ¿Cómo lo están haciendo? . No sembrando su semilla, no germinará la pasión hacia ella. Y la tierra sembrada sin su semilla, la educación, quedará privada de lo distinto, de lo que llama la atención, del color, de lo que hace agacharnos a recogerla o arrancarla.
  • Sin embargo, la erradicación no será total, harán que permanezcan algunas que cumplan la función de cenizo. Odiosas incluso para los que la amamos, siendo un suplicio nuestra relación de enamorados.

Resultado de todo esto es la nueva propuesta de ley educativa, que deja a nuestra Sophía, convertida en Cenicienta y a nosotros con el cenizo encima.

Yo, Marilo, te quiero a ti Sophía, por encima de todas las leyes, y a sabiendas de convertirme junto a ti en Cenicienta, deseo hacerlo público (aunque no podamos decir eso de que siempre nos quedará la pública) y manifestar que la muerte sólo hará eterno este amor.


Postdata. Añádase esta declaración , a todas esas cartas , a los Reyes Magos, de despedida. que se han hecho para reivindicar nuestro AMOR X SOPHIA.

 

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