Confinadas a estar en casa y a esmerarse en las labores del telar, las mujeres griegas contaban con solo contadísimos derechos en otras áreas de la vida social.
Durante gran parte de la historia antigua griega, el papel de la mujer se relegaba únicamente a la casa. Sin embargo, las mujeres eran imaginadas como seres débiles preparadas para no demasiadas cosas en la esfera de la vida social.
Desde el principio de la civilización griega, las mujeres estaban bajo la autoridad patriarcal de los hombres. Solo recién desde la reforma de Solón en adelante fue cuando las mujeres pudieron tener derecho a la propiedad de su padre, siempre y cuando no hubieran tenido algún hermano varón. Las mujeres eran consideradas como algo débil, por esa razón debían ser protegidas a ultranza. Su única condición era la de esposa y madre, y debìan encargarse de la educación y crianza temprana de sus hijos. Las mujeres sólo se movìan en casa,y casi nunca fuera del hogar, incluso el papel de la mujer en la concepción era limitado.
Del mismo modo que en otras sociedades antiguas, las mujeres encontraban un mecanismo de escape en la religión. En Grecia las mujeres sacerdotisas se encargaban del cuidado de los templos.
En Grecia las mujeres no acostumbraban a salir, salvo para traer agua o visitar la casa de otra mujer. Además de cocinar y limpiar las mujeres griegas debían tejer la ropa de toda su familia.

Para ilustrar esta presentación os dejo los siguientes recursos, en los que podemos ver mucho más detalladas todas las afirmaciones anteriores.
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