jueves, 3 de noviembre de 2011

Solucionemos dilemas

Vamos a enfrentarnos a los siguientes dilemas y a darles una respuesta real y coherente. En clase ya nos pondremos de acuerdo como nos organizamos para llevarlo a cabo.


Análisis y resolución de dilemas morales

DILEMA Nº 1.

Una de las tácticas habituales de los secuestradores (de personas, de aviones con pasajeros, etc.) consiste en plantear determinadas peticiones (dinero, liberación de presos, etc.) a cambio de soltar a los rehenes.

Los poderes públicos se ven abocados entonces a un dilema terrible: o ceden ante los secuestradores y consiguen así la liberación de los rehenes; o no lo hacen y se arriesgan a que mueran. Habitualmente, los poderes públicos no ceden, argumentando que, si lo hicieran, esa claudicación daría pie a otros grupos o personas a utilizar la táctica del secuestro para conseguir sus objetivos.

En el caso de que tú tuvieras que tomar una decisión de este tipo, ¿qué harías? ¿Sería la misma tu decisión si entre los rehenes se encontraran familiares y personas muy queridas por ti?


DILEMA Nº 2.

Es frecuente que las leyes y las normas morales varíen de unas sociedades a otras. En muchas ocasiones esto es debido a que las sociedades poseen diferentes tradiciones históricas, religiosas y culturales.

Un problema que se plantea muchas veces es el que padecen personas que, por diversos motivos, tienen que trasladarse a vivir a un país donde las costumbres sociales y las normas morales que rigen en él son muy diferentes a las de su lugar de procedencia.

Así, muchos inmigrantes musulmanes que vienen a trabajar a España, tienen un conjunto de normas religiosas (de obligatorio cumplimiento para ellos) que chocan con las costumbres occidentales. Por ejemplo, la de rezar determinadas veces al día, siguiendo unos ritos determinados.

Imagínate que tú eres el dueño de una fábrica y tienes contratado a varios musulmanes. ¿Les permitirías parar de trabajar a determinadas horas con el fin de que pudieran cumplir con sus deberes religiosos? ¿O decidirías que la religión es asunto privado suyo, y que no tiene nada que ver con el horario de la fábrica, es decir, les impedirías realizar sus rezos siempre que coincidieran con el horario laboral?


DILEMA Nº 3.
  
Le pediste prestado dinero a un amigo para adquirir algo que te resultaba indispensable o que simplemente te gustaba. Después de un gran esfuerzo, consigues ahorrar la cantidad adeudada. Pero en ese momento, descubres que un amigo tuyo necesita dinero urgentemente para una cuestión importante y no tiene medios de conseguirlo. Te pide, como un gran favor, que le prestes el dinero que tú has ahorrado. Te argumenta que el amigo a quien le debes el dinero no tiene problemas económicos y que puede pasar sin él durante un tiempo.

Vas a hablar con la persona que te prestó dinero y le cuentas la situación. Él te dice que no es justo que prestes dinero cuando tú lo debes, por lo que considera que tu obligación moral es pagar antes lo adeudado. Tú le insistes en la necesidad que tiene la otra persona, pero él no se aviene a razones.

¿Qué harías?


DILEMA Nº 4.

Suponte que, durante mucho tiempo, llevas saliendo como pareja con un chico o una chica. Un día conoces a otra persona y te enamoras de ella (lo que se dice un flechazo, vamos). Sabes que tu novio/a está totalmente enamorado/a de ti, y que romper con vuestra relación puede provocarle graves trastornos, ya que él/ella tiene tendencia a la depresión. Además, se trata de una persona tímida que ha desarrollado una gran dependencia afectiva y social hacia ti, con lo cual tu abandono la colocaría en una situación crítica.

La persona de la que te has enamorado recientemente te ha correspondido, pero ahora te pide que dejes a tu antigua pareja para salir con ella. Así pues, se te plantean simultáneamente varios conflictos:

- ¿Debes hacer caso sólo a tus sentimientos e irte con esa segunda persona, aunque la conozcas poco y no sepas si vuestra relación va a funcionar?

- ¿Debes quedarte con tu antigua pareja para no provocarle daño y seguir manteniendo una relación de afecto y amistad, esperando que el amor vuelva a aparecer, e hiriendo en sus sentimientos a la segunda?

- ¿Debes convencer a esta última de que debéis mantener relaciones secretas antes de comprometeros definitivamente y romper con tu primera pareja?

- ¿Debes decir la verdad a tu primera pareja aunque eso le provoque una depresión?

- ¿Debes hablar con las dos para comunicarles que estás hecho un lío y que prefieres esperar antes de tomar una decisión al respecto, aunque corras el riesgo de que ambas te abandonen?


 DILEMA Nº 5.

Una persona decide ayudar a morir a un amigo que se encuentra irremediablemente enfermo, sin posibilidad alguna de curación y sufriendo grandes dolores, cuando éste -quien no se ve capaz de suicidarse- se lo pide insistentemente.

Si tú te encontraras en ese caso, ¿qué harías? ¿Te considerarías responsable de esa acción o crees que la responsabilidad recae en tu amigo enfermo? ¿Por qué? Desde una perspectiva ética, ¿consideras moral o inmoral esa acción? Trata de justificar racionalmente tu elección.

DILEMA Nº 6.

El problema conocido como ‘voluntad cautiva’ o ‘voluntad esclava’ plantea a menudo debates éticos acerca de la responsabilidad moral del que la sufre. Consiste el fenómeno en que una persona ‘pierde su voluntad’ como consecuencia de un adoctrinamiento sufrido a manos de otra persona, de tal modo que ya no ve por otros ojos que por los de ella.

Estos sujetos son fácilmente manipulables por parte de su mentor (así sucede en las sectas o en los grupos cerrados donde la influencia del líder es asfixiante), y llegan a cumplir órdenes sin reflexionar sobre las consecuencias de su acción, sólo por haber sido dictadas por la persona que tiene dominada su voluntad. Lo que algunos pensadores se preguntan es: ¿cabe considerarlo responsable moral de sus actos si su voluntad nada puede decidir al respecto o habría que considerarlo como un enfermo psíquico y, por tanto, irresponsable?

En el caso de que tú fueras juez y tuvieras capacidad de interpretar la ley en ese caso, ¿considerarías culpable de una acción a una persona sobre la que no existiesen dudas de que padecía una ‘voluntad cautiva’? ¿Le condenarías, aunque rebajarías la pena con el atenuante de que había actuado inducido por otra persona? ¿O le aplicarías el máximo de la condena por haber sido el ejecutor material del acto y, por tanto, haberse convertido en un peligro social?

Plantéate ahora el mismo tema, pero desde el ámbito de la ética: aunque lo juzgases culpable legalmente, ¿lo consideras también culpable moralmente? ¿Por qué?


 DILEMA Nº 7.

Imagínate que eres un abogado al que, por el turno de oficio, corresponde defender a un acusado de asesinato. Como es obvio, el reo tiene derecho a la presunción de inocencia y también a una defensa jurídica de su caso. En tus conversaciones privadas con él, te confiesa que es culpable aunque tiene una coartada. Te dice que tu misión como abogado será convencer al juez de que la coartada es verídica y obtener así la absolución.

Se te plantea entonces un dilema profundo: si decides defenderlo, deberás hacer todo lo posible para convertir una mentira en algo creíble; si te niegas a hacerlo (¿y si se negasen también todos los demás abogados?), estarás vulnerando el derecho de defensa que asiste al acusado.
 ¿Qué harías?


DILEMA Nº 8.





Hume sostiene que nuestra percepción de lo bueno y lo malo se produce a través de las emociones de aprobación o de rechazo moral que nos causa contemplar determinadas acciones. Por tanto, para él, los juicios morales no son objeto de la razón, sino del corazón.

Ahora bien, esa concepción plantea algunos problemas. Por ejemplo, para una persona educada en el canibalismo ritual el hecho de comer carne humana suscita en él una reacción de aprobación moral, cosa que por supuesto no sucede en el caso de una persona para quien el canibalismo sea un acto inmoral. Es decir, con la teoría de Hume nos encontramos ante la imposibilidad de llegar a leyes morales de alcance universal, o al menos en ciertos casos particulares.

Eso sucede también con determinados psicópatas. Según afirman los psiquiatras, los actos terribles que comenten (asesinatos, violaciones, etc.) no les provocan ninguna emoción ni sentimiento; es decir, son incapaces de conmoverse; de ahí que puedan cometer actos atroces sin tener ni remordimientos ni sentimientos de culpabilidad.

Si tú fueras un juez y tuvieras que determinar la responsabilidad moral de uno de estos psicópatas, ¿lo condenarías a cadena perpetua -si esa condena existiese en el sistema legislativo- o le eximirías de culpa, aunque ordenarías su ingreso en un centro psiquiátrico hasta su curación, incluso aunque en estos centros las medidas de seguridad son escasas y pudiera escaparse?


DILEMA Nº 9.

En cuanto a  la cuestión de las limosnas, ¿se la darías a un mendigo alcohólico, aunque supieras que probablemente se gastara el dinero en vino? ¿Argumentarías que el fin para el que pide dinero -emborracharse- es malo, y por tanto te abstendría de dársela? ¿O pensarías que es un enfermo que no puede evitar emborrarse, y que ese acto no hace mal a nadie salvo a él mismo, y en razón de su adicción incurable, le darías la limosna que te solicita? ¿Consideras inmoral alguna de las dos decisiones anteriores? ¿Por qué?

DILEMA Nº 10.

Tanto la amistad como la sinceridad son valores importantes en nuestras vidas; no obstante, en ocasiones debemos elegir uno de ellos en detrimento del otro. Imagínate que un íntimo amigo tuyo suspende muchas asignaturas; él le echa la culpa a los profesores (no finge; cree realmente que le tienen manía y que por eso le suspenden). Tú eres un buen alumno y has tratado de ayudarle a preparar los exámenes y trabajos. En esos días, te has dado cuenta que tu amigo no es demasiado inteligente y que tiene una falta de preparación previa, lo que explica sus malos resultados académicos. Sin embargo, él no acepta esa verdad, y se enfada muchísimo cuando alguien se lo insinúa. Tú le aprecias mucho y no sabes si hablar sinceramente con él, porque temes su enfado.

Un día le sale una oportunidad de trabajar; sin embargo, él no la quiere aceptar pues su deseo es continuar estudiando, aunque es incapaz de aprobar el curso. Tú le hablas de las ventajas de la oferta de trabajo, pero él se niega a escucharte.

¿Qué harías: decirle la verdad sin tapujos aunque le doliera, o dejar que él haga lo que quiera, aunque tú sepas que va a suspender? En este caso, ¿qué valor antepondrías: la amistad (para no causarle un daño psicológico) o la sinceridad (para evitarle un fracaso seguro)?

DILEMA Nº 11.

Te proponemos una variante sobre la conocida película Yo confieso, de A. Hitckock. En ella un sacerdote católico recibe bajo el sacramento de confesión a un individuo que se declara culpable de haber cometido un asesinato. Como sabrás, en la religión católica existe el llamado “secreto de confesión”, por el cual un sacerdote no puede revelar nunca y bajo ninguna circunstancia cualquier dato que le haya sido comunicado durante el sacramento de la confesión.

En la película, se acusa del asesinato a un inocente, al que se considera sospechoso por indicios y porque no puede aportar ninguna coartada que lo libere de la sospecha. El sacerdote sabe que es inocente, pero no puede ir al juicio a declarar a su favor, porque su religión le prohíbe tajantemente hacer públicos los secretos de confesión.

Imagínate que tú te encuentras en la situación de ese sacerdote. Decides que no puedes decir quién es el culpable, pero que, en cambio, puedes ayudar al inocente que se sienta en el banquillo de los acusados, eso sí, diciendo una mentira de acuerdo con él: que a la hora del crimen el acusado estaba en tu iglesia confesándote contigo.

Sabes que mentir es un acto inmoral y que tu religión lo condena en todas las circunstancias, pero piensas que en este caso puede salvar a un inocente. Se te plantea entonces un dilema: ¿debes cometer una inmoralidad para conseguir un fin justo, que es salvar a un inocente de una condena segura? ¿Qué harías tú? 

DILEMA Nº 12.

El hecho de copiar en un examen con el fin de aprobarlo, a veces puede perjudicar a los demás compañeros, como, por ejemplo, cuando se trata de una oposición a un puesto de trabajo, o cuando la nota media influye en el examen de selectividad y por tanto en la elección de plazas restringidas para una carrera o universidad.

Suponte que tuvieras la oportunidad de copiar impunemente en un examen: 
¿Lo harías si se tratase de una oposición?
¿Lo harías si tu acto no repercutiera en los demás?


DILEMA Nº 13.

Te proponemos un dilema real. Tras ser el causante de la Guerra del Golfo, Irak, y después de su derrota militar a manos de una coalición de países, fue sancionado con un embargo económico, embargo aprobado por Naciones Unidas. Según dicha norma, quedaba prohibido comerciar internacionalmente con el Estado iraquí, y los países que lo hiciesen podían ser sancionados. El embargo se entendía como una forma de coacción legítima (era legal porque había sido votado en la ONU) para acabar con la dictadura personal de Sadam Hussein y con su política de exterminio con respecto a las minorías étnicas de kurdos y shiítas que habitaban en su país.

Sin embargo, hubo asociaciones, ONG y personas particulares que se opusieron al embargo, argumentando que era la población civil la que sufría los efectos del mismo (falta de alimentos básicos, medicinas, etc.), mientras que los dirigentes políticos disfrutaban de las ventajas del cargo. Estos grupos entendían que ese método de coacción no era legítimo puesto que se valía de medios inapropiados moralmente (perjudicaban a los pobres) para alcanzar un fin legítimo (acabar con la dictadura y el exterminio).

Sin embargo, la ONU continuó con el embargo, suavizado recientemente con una medida humanitaria: se permite vender petróleo a Irak pero a cambio de que con el dinero de la venta compre exclusivamente medicamentos y alimentos básicos.

Si tú te hubieras encontrado en el dilema de aprobar o no el embargo, ¿qué hubieses hecho y cómo habrías justificado tu decisión?



DILEMA 14

Luis cuando tenía 18 años estaba metido en droga y en compañía de otros dos jóvenes de su edad asaltaron la vivienda de una mujer viuda, madre de dos niños pequeños y le robaron 100.000 pesetas, que la mujer tenía para pagar el colegio de uno de sus hijos, además de algunos objetos de valor y recuerdos familiares, valorados en 300.00 pesetas.
La sentencia de la Audiencia de Granada lo condenó en 1985 a más de dos años de prisión. La sentencia fue recurrida y el supremo ratificó la condena 7 años después. Luis en este tiempo se ha casado, tiene un hijo y trabaja en Jaén como peón en una empresa de construcción. Ahora tiene que cumplir el año de cárcel que le queda. Su abogado ha pedido el indulto para Luis, alegando que se ha reinsertado en la sociedad.
Pregunta: ¿Se le debe indultar?.

DILEMA 15.

En el estado americano de California han sido asesinadas 17 jóvenes de edades comprendidas entre 16 y 20 años. La policía logra detener al presunto asesino y es sometido a juicio. El juez encargado del caso va descubriendo a largo de la vista oral que los procedimientos utilizados para detener al sospechoso no se han ajustado a la ley. El sistema judicial vigente en Estados Unidos dice explícitamente que toda prueba obtenida por procedimientos no legales deberá ser considerada nula en el juicio. Los policías entraron en la casa del supuesto homicida sin una orden judicial (forzando la puerta) y en ella obtuvieron fotografías de las chicas y otras pruebas de culpabilidad. Cuando llegó el dueño de la casa lo atraparon. Pero, dándose cuenta de que les faltaba una orden de detención y de registro, uno de los policías logró conseguir de un juez que le filmara falsamente una orden con fecha del día anterior. La sociedad y el fiscal piden que se condene al acusado. El propio hijo del juez que lleva el caso presiona a su padre para que dicte sentencia de culpabilidad, puesto que dos de las víctimas eran compañeras suyas.

¿Qué debe hacer el juez, aceptar las pruebas obtenidas ilegalmente o declarar nulo el juicio? ¿Por qué?
¿Qué conflicto de valores se plantea en este dilema?¿Cuáles son los valores que entran en juego?






5 comentarios:

  1. Dilema nº 3.

    Le dejaría el dinero a mi amigo, ya que el otro muchacho no tiene problemas económicos y si de verdad es un "amigo" no le importaría que lo hiciese.

    Atte: Marta y Andrea.

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  2. Gloria Espino Durán y Ángela Carrasco Dorado. Dilema nº 6:

    Al líder se le condena lo correspondiente por los delitos cometidos y al que está con problemas mentales lo metemos en un psiquiátrico para que no pueda volver a hacerlo ni vuelva a pasar con otra persona. Moralmente, esa persona tiene algo de culpa ya que participó aunque no sea consciente de ello.

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  3. Dilema número 4. Alumnas: Mª Carmen Romero Cabello y Gloria Lucia Díaz Alcalá.

    RESOLUCIÓN; En nuestra opinión debería elegir la opción de no ayudar a matar a su amigo, ya que nunca se sabe como podría avanzar la ciencia y posiblemente en un futuro aunque no se pudiera curar, si aliviar el dolor.
    Decidiríamos quedarnos a su lado y esperar una cura para su enfermedad.

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  4. Dilema:7
    Segun nuestra opinión no le defenderíamos, ya que él debe cargar con sus acciones y decisiones y nuestra conciecia no nos permitiría salvarle. Además, con tantísimos abogados de oficio, alguno le podría defender. No nos inmiscuiriamos en la investigación ni diriamos nada de la charla privada para que así pudiera tener una defensa justa.

    José Miguel Escribano y David Serrano

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  5. Nosotros no hubiéramos aprobado el embargo; ya que eso supondría perjudicar no solo a los políticos sino todo el país y por tanto una injusticia para los que no participaron. Deberían de establecerse otro tipo de sanción que solo pagaran por ello los políticos implicados. No sería ético pagar justos por pecadores; ya que en ese caso los daños serían mayores y perjudican a todo el país.
    Sergio Bajo y Marina Moyano 4ºC

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